No sé si es por pérdida de criterio, de paciencia, tolerancia o que coño.
Lo que sí es muy cierto es que últimamente no me paro a pensar sobre todo lo que ocurre a mi alrededor, que no es poco. Este mes podría resumirse en una carrera constante para intentar atrapar la mayor cantidad posible de sensaciones en los pequeños instantes en que dispongo de ellas. Exagerada curiosidad por el mundo (cosa fantástica) pero perdiéndome el respeto, pues a lo único a lo que doy importancia es a todo lo demás.
Siento mi cuerpo y ser como un efímero catalizador del mundo, una grabadora de experiencias andante. Pero, ¿para qué sirve todo eso si no lo hago propio y útil? Increibles momentos increiblemente mal aprovechados...
NO se, no SE...
¿Me preocupo con motivo o... simplemente tiene que bajarme la regla?
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