Es
el maldito encabezado de la indiferencia
Sé
que no te es indiferente. Sé que tú también te preguntas por qué
yo me comporto así. Y es que creo que tengo alguna clase de
duendecillo dentro, al que le divierte fingir algún tipo de
bipolaridad. Se ha dedicado estos últimos días a poner el piso patas arriba,
ha destrozado media vajilla contra la pared y ahora anda por ahí buscando
camorra.
Siento
que verdaderamente quiero que alguien le dé una buena tunda. Puede
que así espabile y se deje de niñerías.
Siento
que verdaderamente me da miedo dejar que descargue toda esa ira
desatada, aunque pudiera ser lo correcto, aunque una parte de mí lo
quiera. Me aterra que me haga ver cosas para las que prefiero seguir
siendo ciega. Y me aterra que tú te canses. Sobre todo eso...
Porque
total, hace tiempo que me entretengo observando las consecuencias de
estos impulsos socio-suicidas. Es divertido (a la par de
comprometido) pero no siempre me la suda todo...no siempre me da
igual.
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